
La reciente catástrofe provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana ha sido uno de los desastres naturales más devastadores en la historia reciente de España. Con más de cien personas fallecidas, muchas aún desaparecidas y daños materiales incalculables, el temporal ha dejado una huella trágica en miles de familias. Este desastre, que atrapó a cientos de personas en sus vehículos y dejó sin agua potable y electricidad a amplias zonas de Valencia, evidencia la gravedad de los eventos climáticos extremos y, sobre todo, la importancia de una respuesta rápida y eficiente en situaciones de emergencia.
Desde En Comú Podem, lamentamos profundamente la terrible actuación del Gobierno de la Comunidad Valenciana, que ha demostrado una falta de preparación y coordinación para enfrentar esta tragedia. Las vidas perdidas podrían haberse salvado con una gestión adecuada de los servicios de emergencia. (Más información)
Este recorte afectó gravemente la capacidad de respuesta ante catástrofes como la DANA. La eliminación de estos servicios ha provocado una falta de equipos y de personal especializado, retrasando los rescates y aumentando los daños. Esta decisión imprudente ha costado vidas y demuestra de manera indiscutible que la privatización y los recortes en servicios esenciales tienen consecuencias letales. La UEV podría haber salvado muchas vidas y mitigado los daños materiales; su desarticulación es un claro ejemplo de cómo las políticas de recortes ponen en riesgo a la ciudadanía en favor del beneficio económico de unos pocos.
Los servicios públicos de emergencia no son solo una herramienta de asistencia; son un derecho fundamental que protege a la ciudadanía. La pandemia de COVID-19 nos enseñó que, en tiempos de crisis, es el sector público el que responde y sostiene a la sociedad. Cuando la emergencia sanitaria puso en jaque a los sistemas de salud, fueron los hospitales y el personal sanitario público quienes hicieron un esfuerzo titánico para salvar vidas y contener el virus. Este papel crucial no puede ser subestimado, y la privatización de estos servicios representa una amenaza real que atenta contra la vida y la seguridad de las personas. La crisis climática y sanitaria ha dejado una cosa clara: el sector privado nunca podrá sustituir la capacidad de respuesta, la eficiencia y el compromiso de los servicios públicos.
La educación pública es otro ámbito donde los recortes y la privatización están dejando su huella. En Andalucía, la devolución de fondos que el Estado había destinado a la educación pública, nuevamente bajo un gobierno del Partido Popular, ha dejado sin escolarizar a cientos de niños y niñas. En lugar de invertir en infraestructura y personal educativo para reducir las desigualdades y asegurar el derecho a la educación, la Junta de Andalucía optó por devolver este dinero, sacrificando el futuro de los jóvenes y demostrando un absoluto desprecio por el valor de lo público. Estos actos no son decisiones neutras, son agresiones directas contra el derecho a una educación igualitaria y de calidad para todas y todos.
Cataluña es otro ejemplo del impacto negativo de la colaboración público-privada. Con un sistema sanitario altamente concertado, donde el 70% de los hospitales que dan asistencia pública están gestionados de forma privada mediante conciertos, la dependencia del sector privado es cada vez mayor. Este modelo ha resultado en listas de espera interminables, menos recursos para el sector público y una mayor desigualdad en el acceso a la sanidad. La colaboración público-privada no solo no ha resuelto los problemas del sistema de salud, sino que los ha empeorado, demostrando que el beneficio privado no puede estar por encima del bienestar colectivo. La sanidad no puede ser un negocio; debe ser un derecho garantizado y de calidad para todas las personas, independientemente de su situación económica.
En contraste,Euskadiha optado por fortalecer sus servicios públicos, destinando un presupuesto récord para sanidad y educación. Esta inversión ha permitido que Euskadi mantenga uno de los sistemas de salud y educación más sólidos y accesibles del país, donde el enfoque es mejorar la calidad de vida y garantizar la igualdad de oportunidades para toda la ciudadanía. Euskadi demuestra que invertir en servicios públicos es posible y beneficioso para la sociedad en su conjunto, creando un modelo donde el bienestar colectivo prevalece sobre los intereses privados. La única garantía de justicia social pasa por fortalecer y blindar los servicios públicos.

Desde En Comú Podem manifestamos nuestro profundo pesar por las víctimas mortales y expresamos nuestro cariño, apoyo y solidaridad hacia las familias y personas afectadas. Deseamos la pronta localización de las personas desaparecidas y enviamos un mensaje de enorme gratitud al personal voluntario, a los servicios de emergencias y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que trabajan por ayudar a las personas damnificadas, siendo ejemplo, una vez más, de compromiso y dedicación.
En este contexto, expresamos nuestro rechazo rotundo a la llamada colaboración público-privada, que no es más que un eufemismo para la privatización y el desmantelamiento de los servicios esenciales. La vida y el bienestar de las personas no pueden dejarse en manos de intereses privados. Los servicios públicos deben protegerse y fortalecerse, porque solo ellos pueden garantizar una sociedad justa, segura y equitativa para todas y todos. Es hora de poner fin a la privatización y de apostar decididamente por lo público. Porque, al final, lo público es lo que protege, lo que cuida y lo que garantiza que, ante la adversidad, nadie se quede atrás.
Te invitamos a leer el artículo de la regidora de En Comú Podem, Isabel Marcos, titulado para obtener más información sobre las consecuencias de la privatización de los servicios públicos.
Ante la situación de emergencia que está viviendo el País Valencià debido a la reciente DANA, desde Sant Andreu de la Barca estamos canalizando la ayuda económica a través de Creu Roja Catalunya, que está operando directamente en el territorio y conoce las necesidades de primera mano.
Si deseas ayudar, aquí tienes las opciones:
- 💻 Enlace web: www.cruzroja.es/colabora
- 📞 Teléfono: 900 104 971
- 📲 BIZUM: Envía una donación al número 33512
- 📧 SMS: Envía la palabra «AYUDA» al número 38092 para donar 6 €
Cuentas bancarias y Bizum para ayuda:
- Santander (Bizum 33512): ES44 0049 0001 5321 1002 2225
- BBVA (Bizum 33467): ES92 0182 2370 4600 1002 2227
- CaixaBank (Bizum 04057): ES28 2100 0600 8502 0196 0066
- Sabadell (Bizum 04048): ES31 0081 5232 2800 0108 4716
- Bankinter (Bizum 00087): ES75 0128 0010 9701 0012 1395
Tu ayuda económica permitirá a las ONGs responder de manera rápida y efectiva a las necesidades cambiantes de las personas afectadas. ¡Cualquier aportación cuenta! Gracias por mostrar solidaridad y apoyo en estos momentos tan difíciles.